jueves, 14 de octubre de 2010

Desde la basura.

Entre la basura ando dormido hoy, porque no sé ni donde vivo, la luna fría me da con su luz en mi cara, no puedo dormir, miro las estrellas y pienso en todo lo que he perdió, mi vida, mi familia y el amor de mi vida.

Todo ocurrió hace 10 años, cuando apenas tenía 9 años, mi nombres es Alioth
yo vivía con mi familia en Porclón un pequeño pueblo, una noche fría vi como las nueves negras se acercaban a mí, estaba ante la muerte, miles de soldados, que de verdad no sé de donde vinieron, asesinaron brutalmente a mi familia, pero yo pude escapar. Me dejaron solo en un mundo en el cual no sabía a dónde ir, desesperado por la soledad que me acechaba en esos días, hasta que un día una niña se acerco a mí, yo en ese momento lloraba-

-¿Qué te pasa?- Me pregunto ella.
Yo mirándola con las lágrimas que salían de mis ojos le dije:
-Estoy solo y no se a donde ir- La pequeña niña estaba con sus padres, habló con ellos, me tomó de la mano y me llevo con ellos.
-¿Cuál es tu nombre?- Le pregunto tristemente.
-Es Anne. ¿Y el tuyo?
-Alioth.

Los padres me preguntan qué me había pasado, pero yo siento miedo de contarlo y lo único que hago en ese momento es soltar lágrimas, los padres se detuvieron y se fueron a sentar, ellos se presentaron, sus nombres eran Amara y Belkis y me preguntan que cuál era mi nombre, yo respondo Alioth, los padres de Anne le preguntan qué fue lo que me paso, dicen que ellos necesitan saber, yo respondo con lagrimas: -Mi casa fue tomada por unos soldados que asesinaron a mi familia, pero yo logre escapar.

Los padres de Anne me dan un abrazo y se les salen las lágrimas. Deciden llevarme a su casa y vivir con ellos, se vuelven como mi familia y Anne se vuelve muy cariñosa conmigo, pero yo estoy feliz porque pude encontrar a alguien como ellos.

Pasan tres años, ya tengo doce, la familia me consiguió un colegio, yo iba en sexto grado, era un niño muy inteligente, aunque un poco travieso. Un día, con un hermoso sol, veo a una niña, de unos ojos negros pero demasiado bellos, su cabello era hermoso también de color negro, deje mis ojos fijados en ella, sólo pensaba que era la niña más hermosa, ella estaba sentada en un columpio del parque sola, mientras que los demás niños jugaban y se divertían ella se veía triste, yo camine hacía ella y me senté en un columpio que había al lado, le pregunte qué era lo que pasaba, pero ella no me respondió sólo miraba hacia el cielo, me baje del columpio y me hice al frente de ella, le pregunte de nuevo, ella respondió distraídamente que no era nada, pero yo me negué a creerle y le pregunte por qué una niña como ella debería estar triste, le sugerí que hiciera una sonrisa y que así vería como todo mejoraba.

La niña se levanto y me dio un abrazo.
-Mi nombre es Ava- Me dijo al oído.
-El mío es Alioth- Le conteste.
De pronto la niña se soltó de mí y salió corriendo.

Me senté en una de las bancas del parque y empecé a pensar, ¿A dónde habrá ido esa hermosa niña?, miro al cielo, con la esperanza de que la encontraría, pero pasa un año y nada que la encuentro. Ya con trece años, sigo buscando pero no la encuentro, en mi casa me preguntan qué es lo que me sucede, yo respondo que nada, que sólo es el amor, mi madre Amara me dice: “Recuerdo cuando apenas tenías 9 años, y mira como ya has crecido, ya pensando en el amor, eso es bueno, espero que te vaya bien con la niña que te gusta” yo le digo a mi madre “Mamá apenas la he visto una vez.”

Mi madre me da un abrazo y se va, yo salgo a caminar por las calles, de los árboles caen las hojas secas y en lo lejos de la calle veo a la niña hermosa llamada Ava, ella estaba sentada en unas escalas con su cabeza abajo, la levanta lentamente y me ve, en ese momento se queda mirándome a los ojos, yo la miro también fijamente y camino hacia ella, después de caminar y llegar hasta las escalas, me siento al lado de ella, y le pregunto qué es lo que le pasa, ella me responde con una voz baja, mi familia, yo pregunto qué es lo que pasa con ella, no importa, solo no hablemos de eso, pero bueno hablemos un poco de tú y yo, ya que no nos conocemos casi, bueno mira como recuerdas hace un año nos vimos en el parque, ella pone cara de asombro, ¿Eres tú, todavía te acuerdas de eso?, claro que lo recuerdo, como olvidar tu hermoso rostro y tu agradable olor, ella se sonroja, pero ríe suavemente, bueno mira como recuerdas mi nombre es Ava, tengo 12 años ¿y tú?, bueno como sabes o pues si es que recuerdas mi nombre es Alioth, y tengo 13 años, le pregunto ¿Cuál es tu color favorito?, ella responde, mi color favorito es el azul, ¿y el tuyo Alioth?, el mío es el color rojo, yo me paro y le digo no quisieras ir a dar una vuelta, ella responde, claro con tal de no estar en mi casa seria agradable, me paro y la tomó de la mano para ayudarle, camino hacia el parque seguíamos haciéndonos preguntas, me pareció una niña muy agradable, además de que era hermosa, cuando llegamos al parque nos sentamos en los columpios como la primera vez que nos vimos, ella me pregunto sobre mi familia, me salieron lágrimas, que corrieron por todo mi rostro, ella con sus suaves manos me empieza a secar las lágrimas, dime qué fue lo que paso, con una voz como medio aguda, le dije que a mi familia la habían matado unos soldados, no sé sabe la razón, pero espero encontrarla algún día, entonces ella pregunta ¿entonces con quien vives?, yo le dije, cuando tenía 9 años, una niña que ya es como mi hermana llamada Anne, se acerco y me dijo ¿qué te pasa?, yo le respondía que no sabía a dónde ir, y sus padres me llevaron con ellos, y ya para mí son como mi familia y me han alegrado demasiado la vida, no sé donde estaría si no fuera por ellos, Ava se para y me da un abrazo, y me dice espero que todo mejore, y yo le pregunto a ella y ¿qué es lo que pasa con tu familia?, ella me respondió, es que a veces son muy desesperantes, muy mandones, y me protegen demasiado, yo le dije, pero pues es porque te quieren, solo espera y veras que todo mejorara, Ava y yo nos volvimos muy amigos, yo tenía mi confianza en ella y ella en mi, nos contábamos todos los problemas que teníamos, y nos veíamos casi a diario, cada día veía que era más hermosa, un día ella me dijo que se tenía que ir por un año a estudiar, en no sé donde, el nombre era raro, pues ese año fue el peor, mis notas en mi colegio eran peores cada día, mis padres, me preguntan qué es lo que te pasa tu no eras así, yo respondí, es que Ava me hace falta, en casa ya sabían quién era Ava y ellos me dijeron, “No te preocupes, esfuérzate, llegara en navidad”. Espere ansiosamente hasta ese día, cuando ella llego ya había cumplido los trece años así que le di un súper regalo, un Oso muy grande, chocolates y una carta que decía lo cuanto me hizo falta, Ava me di un muy grande abrazo y le salieron lágrimas cuando me vio porque me extrañaba demasiado.

Pasado tres años, Ava llega de sus estudios, yo a ella yo ya no la veía como una amiga sino como algo más, hasta que un día tuve el valor de decirle, que me gustaba, Ava me mira a los ojos y me dice, yo también siento lo mismo por ti, en ese momento nos damos un beso, el beso más apasionado, yo acariciaba su bello y suave pelo, mientas que ella estaba acostada en mis piernas, ella me pregunta, ¿no te parece algo extraño tanto tiempo de amigos para ya ser novios?, yo le respondo, es difícil acostumbrarse pero me hace feliz, ella hace una sonrisa y me besa, ella era la chica más especial y dulce que había conocido, sus padres fueron amables conmigo y los míos también con ella, fue un año muy especial, un año lleno de colores, de sonrisas aunque unos días se tornaran tristes, pero igual fue un año muy especial y lindo junto al amor de mi vida.

Pasado el año cuando ya tenía diecisiete, Anne se fue del pueblo, a estudiar y trabajar en la ciudad Norclat, pero en ese año, mis padres o mejor dicho mis segundos padres, también fueron asesinados, pero fue porque querían robar nuestra casa, yo en ese momento no estaba haya, estaba con Ava en su casa, cuando un momento a otro llegan tocando a la casa, de Ava muchas veces, salimos asustados y vemos que hay una señora llorando que me dice que han asesinado a mis padres, salgo corriendo con los ojos llorosos y Ava me seguía, cuando entre encontré a mis padres amarrados con una soga, y tirados en el piso sin vida, llorando me tire al piso junto a ellos, llorando, la noticia nunca pudo llegar a Anne porque nunca supimos mas de ella, lo que quedaba de la familia fue para mí, pero esos días fueron muy tristes, el cielo era negro y Ava lo único que podía era consolarme, secar mis lagrimas y darme algunos dulces besos, pero mi historia cada vez seguía más triste, no supe controlar, la herencia así que perdí todo, no quede con nada, lo único que en este momento tenia era a Ava, me toco ir a vivir con sus padres y ella, fui muy bien recibido, pero después pasado un año de tanto sufrir cuando tenía dieciocho, decidí ir y buscar una casa en la cual vivir con lo que había ahorrado todo ese año, Ava me decía que no me fuera que haya no estorbaba, que antes ayudaba mucho, pero yo le dije que no que eso sería muy descortés de mi parte así que fui y busque trabajo, mi hermosa niña se fue a vivir conmigo, un día en el que estaba trabajando después de llegar a mi casa, encuentro a Ava en la cama, sin el corazón, no sé porque la mataron, no habían razones para hacer ese asqueroso hecho, esa noche en la calle sólo se escuchaban mis gritos de porque esto me pasa a mí, cada día empeoraba, la enterramos, nunca pude encontrar las causas de porque todos los que estaban junto a mi morían, lo único que sé es que estaba perdido, no fui a trabajar, perdí mi empleo, no pagaba las cuentas, perdí todo y seguía un rumbo sin final.

Esa es mi historia y lo único que hago ahora es escribir, recordar el pasado, sigo en mi basura cada día, escribiendo historias, y escribiéndole al amor que perdí.

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