viernes, 25 de marzo de 2011

Media noche.


El pálido reloj marcaba la hora de muerte, las 12 donde las animas salían de su escondite, donde lo inanimado, tomaba vida, todo con un fin, encontrar una compañía, una compañía que dejaron atrás en el olvido pero que hoy quieren recordar, que sus sueños quieren recuperar, que no quieren nada mas que a esa persona que estuvo ahí pero que la dejaron escapar, quieren que perdonen sus echos pero imposible, ellos ya no están acá.